Una ciudad, dos destinos...

Un equipo peleando por quedarse en Primera y otro jugando la final de la Copa Libertadores.

Por estos momentos media ciudad de La Plata vive un clima de fiesta: ¡Gimnasia es de Primera!

Gimnasia sabía que estaba ante una última chance de poder mantenerse en Primera. Sabía que en el primer partido de la promoción había caído por 3 a 0 ante Atlético Rafaela por 3 a 0. Por eso hoy demostró que el fútbol no está dicha la última palabra.

El equipo dirigido por Leonardo Madelón no le encontraba la vuelta al partido y no generaba gran peligro, hasta que un error de cálculo del arquero visitante -en el segundo tiempo- le dejó el gol servido a Alonso, situación que dio un giro en la historia del partido.

En ese gol fue donde empezó a gestarse el milagro. Los santafesinos agotaron sus últimos cartuchos en tres claros contragolpes desperdiciados por Visconti, en dos oportunidades, y Fraire.

Los dos tantos del chiquito Niell fueron calcados: centros desde la izquierda -uno de Ormeño y otro de Cuevas- y sendos cabezazos en el segundo palo. Los seis minutos de descuento no cambiaron nada, los hinchas que llegaron de Rafaela no salían de su asombro y los locales soltaron su euforia y sus lágrimas ante el milagro consumado.

La otra mitad, espera con ansias el partido que el miércoles, Estudiantes jugará frente al Cruzeiro para definir quien será el campeón de la Copa Libertadores de América.